La fiebre del Jagermeister

Sin lugar a dudas, la fiebre del Jagermeister de los últimos años, hace a esta bebida como uno de los licores más de moda en todos los locales habidos y por haber a lo largo de la península. Se tratar de un licor de 35º elaborado en Alemania con 56 ingredientes diferentes, que le proporcionan un sabor distinto y original, lleno de matices dulces y amargos.
Este sabor único y característico del Jagermeister se obtiene de la mezcla de sus ingredientes naturales. Algunos de estos son un secreto altamente guardado por tan solo tres personas y que no dejan de crear mitos y leyendas. A lo largo del año llegan a su fábrica en Wolfenbüttel en Alemania, sacos de exóticas hierbas, maderas, especias, frutas, flores, semillas y raíces de todo el mundo.
Cabe destacar que se trata de la bebida más exportada de Alemania y la octava marca de bebidas premium más vendida en todo el mundo. Se trata de la primera bebida que se publicitó en el mundo del fútbol, cuando apareció en 1973 su popular logo en el pecho de la camiseta del Eintracht Braunschweig, equipo de la Bundesliga alemana.
Muchos os preguntareis qué significa su nombre Jagermeister. Se trata de una traducción “Jäger” cazador y de”meister” maestro, lo que nos anticipa un poco el por qué del peculiar logo de sus botellas nacido de una leyenda.
Esta leyenda cuenta que hubo una vez un joven y osado cazador, que movido por un insaciable impulso destructivo y por una imparable sed de sangre, se dedicaba a aniquilar de forma indiscriminada a todas las criaturas que habitaban el bosque.
Un buen día, en su camino se topó con un enorme ciervo blanco que apareció entre la oscura maleza, entre cuyos cuernos resplandecía una fabulosa cruz luminosa.
Desde que experimentó esta espectacular aparición, el joven se dedicó a hacer el bien y garantizar la razón y el orden en la práctica de la caza. Tras su muerte fué canonizado y en su honor el ciervo continúa siendo hasta hoy el símbolo de la marca Jägermeister.

La existencia de este delicioso licor se la debemos a Curt Mast, descrito en la web del producto como “un cazador entusiasta”. Él fue el destilador original. Solo quería algo para que sus compañeros de caza estuvieran calientes durante las frías jornadas de caza del gélido país.
A pesar de la cantidad de piropos recibidos en España en su país natal no tiene tan buena reputación ya que muchos conocen este licor como “Leberkleister” que significa literalmente “pegamento para el hígado”.
Es muy probable que en tu deambular nocturno te hayas encontrado con algún grupo de sus famosas azafatas, las cuales promocionan su producto, además de con su belleza y simpatía, regalando probetas de “Jager” que debes tomar directamente de su propia boca. Esta acción nació en el departamento de Marketing de España de la marca y rápidamente se traslado al resto de países donde se comercializa la marca, por lo que una vez más “olé por nosotros!!”
Otra de las acciones de esta bebida son sus famosas fiestas secretas de la “Casa Jäger”, una de esas fiestas a las que todos nos gustaría ir pero que muy pocos son los afortunados. Se trata de una fiesta en la que aún estando invitado no sabes el sitio hasta que te pasan a recoger para llevarte. Según dicen los afortunados, se trata de una fiesta muy especial en la que se disfruta, como dicen en su Web, del “Espíritu Jäger: actuaciones en directo, fiestas inacabables y noches muy largas”. En Madrid su realización es semestral así que cruza los dedos para ser uno de sus próximos invitados.

Ahora que ya conocemos bien lo que significa beber Jäger vamos a ver como lo tomamos.
La forma más tradicional es en forma de chupito helado a -20 grados según recomiendan en su Web, para ello reparten neveras en alguno locales denominadas “tap machines” para conseguir disfrutar de la mejor manera de su sabor.
Otros apuestan por el famoso “Jäger Bomb” poniendo 3/4 de Jäger y 1/4 de bebida energética. En algunos locales lo acompañan con un poco de nata que hace más llevadero el brindis.
Además de estas formas clásicas en nuestros locales madrileños existen un sin fin de cocteles y chupitos originales que os invitamos a descubrir y probar.
Ahora déjanos aquella historia o anécdota que jamás olvidarás por culpa del Jagermeister.
Seguro que ya estáis contando las horas para decir este próximo fin de semana: “PONME UN JÄGER”.
Juanan Molina.
Marketing y comunicación.