Café Pablo: Almuerzos a 18 euros en el Museu Picasso

El Café Pablo, la nueva propuesta gastronómica del chef Romain Fornell, ha aterrizado en el Museu Picasso de Barcelona con una oferta que combina lo mejor de la cocina francesa y catalana. El menú del restaurante refleja el espíritu cosmopolita de la ciudad y rinde homenaje al famoso pintor Pablo Picasso, quien vivió y trabajó tanto en Barcelona como en París. Según Fornell, la cocina catalana y la francesa son «primas hermanas», lo que hace que esta fusión sea natural para un chef que se siente «100% francés y 100% barcelonés». Además, la propuesta suma una oferta de almuerzos en 18 y veinte euros. 
Café Pablo
Inaugurado el 13 de agosto, el Café Pablo ofrece una experiencia culinaria que abarca desde platos tradicionales franceses, como el entrecot al estilo Café de París, el foie semicocido y los caracoles de Borgoña, hasta tapas típicas catalanas como el pan con tomate, las croquetas y el jamón ibérico. Esta combinación busca rememorar el viaje de Picasso y otros artistas hacia París para descubrir y formar parte del arte de vanguardia, un vínculo que Café Pablo explora tanto a través de su gastronomía como de su decoración.
La ambientación del Café Pablo toma inspiración del propio Museu Picasso, con una paleta de colores que incluye tonos blancos, negros, granates y verdes, creando un espacio cálido y acogedor. Este nuevo restaurante está situado en una zona del museo que anteriormente funcionaba como almacén, uno de los antiguos palacios que forman el complejo museístico. La remodelación ha permitido transformar este espacio en una recreación de un auténtico bistró parisino, que busca convertirse en un lugar no solo para disfrutar de buena comida, sino también de la cultura y la tertulia artística.
Cómodo y accesible
El servicio de restauración del museo pretende ser una opción cómoda y accesible para los visitantes, que podrán hacer una pausa durante su recorrido por el museo y relajarse en las terrazas del restaurante, dentro del recinto patrimonial. Sin embargo, el acceso al Café Pablo no estará limitado solo a quienes visiten el museo; cualquier persona podrá disfrutar del lugar.
El Café Pablo estará abierto desde el desayuno hasta la cena, exceptuando los lunes, cuando el museo cierra sus puertas. El menú de mediodía ofrece dos opciones asequibles de 18 y 20 euros, lo que lo convierte en una propuesta apta para todo tipo de público, según explicó Fornell. Además, contará con un menú infantil para atraer a las familias.
Una particularidad del menú es la inclusión de platos que formaban parte de las comidas favoritas de Picasso, como el paté en croûte y los caracoles, que añaden un toque especial y personal a la experiencia gastronómica del Café Pablo.
Experiencia cultural
El director del museo, Emmanuel Guigon, destacó la importancia de este proyecto, ya que en Barcelona los museos carecen de propuestas gastronómicas de alta calidad que complementen la experiencia cultural. Según Guigon, el Café Pablo no será solo un lugar para comer, sino también un espacio para el encuentro, la reflexión y la conversación, uniendo la cultura con la gastronomía en un entorno artístico y acogedor.
El restaurante cuenta con un salón principal y dos terrazas exteriores, lo que permite disfrutar del ambiente tanto en interiores como al aire libre, con vistas a los patios del museo. Este nuevo espacio, según Guigon, está llamado a convertirse en un punto de referencia para la tertulia artística en la ciudad, atrayendo tanto a locales como a turistas.
Grupo de restauración
El Café Pablo forma parte del grupo de restauración Gout Rouge, que tiene su sede en Barcelona y gestiona una decena de locales en la ciudad. Cada uno de sus espacios está diseñado con un estilo único y una oferta gastronómica fiel a sus raíces. En el caso del Café Pablo, la fusión entre las cocinas francesa y catalana se convierte en una celebración de la relación entre París y Barcelona, dos ciudades profundamente ligadas en la vida de Picasso y en la historia del arte moderno.
Así, el Café Pablo no solo representa una novedad en la escena culinaria de Barcelona, sino que también añade un nuevo capítulo a la historia del Museu Picasso, donde la comida y el arte se encuentran para ofrecer una experiencia sensorial completa y enriquecedora.
Imagen cortesía de https://www.goutrouge.com/restaurante/cafe-pablo, a quien pertenecen todos los derechos