El Rincón Secreto de Salvador Bachiller

Un lugar donde perderse y descubrir nuevos platos
El Rincón Secreto de Salvador Bachiller
Quienes haya pasado por la concurrida calle Alcalá y concretamente por el número 151 sabrán de la existencia de la tienda que la firma Salvador Bachiller tiene en la mítica calle madrileña, lo que mucha gente no sabrá es que al avanzar en la tienda nos podemos encontrar con un lugar que no muchas tiendas poseen. Estamos hablando de El Rincón Secreto de Salvador Bachiller, un restaurante donde poder disfrutar de algunos de los mejores platos de Madrid en un ambiente clandestino que gracias a su cuidada decoración nos trasladara a los años de la prohibición.
Ya la entrada al restaurante te ayuda a ir entrando en materia, puesto que accedemos al mismo por una escalera que no esta a la vista de todo el mundo. Al llegar la música nos sigue haciendo de guía hacia esa época dorada de los gangsters y locales clandestinos. Una vez sentados en nuestra mesa no podremos dejar de maravillarnos con todo lo que va pasando a nuestro alrededor.
Una cuidada carta de cocteles hace que nuestra primera decisión sea complicada, ¿cuál elegir?, suave y con gustos más del caribe, contundente mezcla de tequilas o bien compartidos con otra persona. Sea cual sea vuestra elección os va a encantar el viaje. Por nuestra parte probamos un poco de todas las ramas dejándonos seducir por el Embrujo Tropical o el Go Wild o I´m On The Top of The World (perfecto para compartir).
Ración de ostras
La carta de comida no le va a la zaga, en ella volveremos a tener dudas a la hora de pedir. Toda ella esta conformada de una manera donde la fusión se entremezcla con platos tradiciones. Las clásicas tablas de quesos e ibéricos se entremezclan a la perfección carpaccios, burratas y otras delicias. No puede uno cenar en El Rincón Secreto y no probar las flores de Alcachofa, una autentica maravilla con la que poder abrir apetito.
Este camino iniciático lo podemos completar con una ración de ostras (4 unidades), un steak tartar y cerrarlo con una degustaron de raviolis – dumplings de diferentes sabores. Este fue el camino que nosotros elegimos, una senda cargada de matices y sabores, donde el steak tartar nos sorprendió por la suave textura y su manera de presentación. Los dumplings es otro de los platos que debemos de poner en nuestra lista de imprescindibles. Servidos de una manera elegante, no sabremos los ingredientes de los mismos ya que son siempre a criterio del chef, por lo que nos pueden sorprender con cualquier cosa, nosotros mantendremos el secreto, pero si os podemos decir que repetiremos solo por ellos.
Noria de cumpleaños
A estas alturas de la velada ya estábamos más que metidos en el papel de estar en un bar clandestino, pero este tipo de establecimientos no serian lo mismo sin un poquito de música en directo. En El Rincón Secreto de Salvador Bachiller la música forma parte muy importante de la experiencia. Una banda, actuando en formato trio, tocando algunos de los mejores clásicos de la música en un formato jazz muy interesante. Como dato curioso, os contaremos que durante el show os dejarán una carta con una serie de canciones para que elijáis la que más os guste, eso si, cuando suene, dadlo todo para que el resto de mesas sientan envidia.
Lo mejor queda, como siempre, para el final con la carta de postres, donde no podemos dejar la ocasión de recomendaros la Noria de cumpleaños, una autentica gozada tanto visual como de sabores donde podremos degustar una selección de diferentes mini postres con una presentación que no os dejara indiferentes.
Datos de Interés.
Qué: El Rincón Secreto de Salvador Bachiller.
Donde: C/Alcalá 151.
Como llegar: Metro Goya L2 y 4.
Precio medio: 35/40€ por persona.
Reservas: Aquí.
Horario: Domingo a Jueves: de 11:00h a 21:00h. Viernes y Sábados: de 11:00h a 00:00h

Hijos de Tomás

Lujo clandestino
La Ley Seca fue derogada en 1931 en Estados Unidos y nunca proclamada en Hijos de Tomás. En España no existió esa ley como tal, pero la época de posguerra y la más estricta dictadura no fue exactamente la etapa de la diversión.
En consecuencia, cuando pasaron los últimos años 40 y despuntaban los 50, un mínimo atisbo de libertad embriagaba la capital en un furor nocturno de alcohol, música y famosos, que la historia denominó Dolce Vita madrileña. En “Arde Madrid” puedes ver cómo era esa época. En Hijos de Tomás, puedes vivirla.
New York, 1932. Podría ser, ¿no?
La noche madrileña se multiplica, camaleónica. Puede ser callejera en la plaza Dos de Mayo, aérea en las azoteas de Gran Vía, bien underground en los garitos periféricos… y totalmente clandestina en coctelerías que nadie ve desde la calle. Un portero emula a un botones de hotel, en voz baja nos saluda y nos señala unas escaleras que bajan elegantes hacia la nada.
Bajamos despacio hacia lo desconocido y de aquella nada surgen dos puertas que, a modo de bienvenida a la mansión Drácula, se abren solas. Lo tenebroso del momento da paso fugazmente a un espacio recatado, diáfano, de suelos y paredes marrón oscuro, iluminado tenuemente por luces bajas y velas. La sombra predomina. El ambiente en Hijos de Tomás se mantiene, todavía, tranquilo.
Los dos primeros combatientes.
El estilo americano de la barra y la decoración nos introduce sutilmente en una película. Miramos y buscamos al típico camarero con un trapo limpiando el mostrador, a los gangsters de sombrero y tirantes, a la femme fatale de vestido de lentejuelas, cigarrillo y misteriosa caída de ojos. No dimos con estos personajes arquetípicos, pero en su lugar nos encontramos con Ana, una simpatiquísima manager que nos contó algunos secretitos del lugar.
Por ejemplo, para los chismosos, el nombre de Hijos de Tomás hace referencia a los posibles vástagos que el bueno (o malo, no supimos) de Tomás dejó por el mundo en sus múltiples viajes. También nos contó los homenajes que brindan los cócteles, pero eso merece párrafo aparte.
Es un sitio de cócteles, pero la croqueta se respeta.
Desde los nombres a los ingredientes, enseguida supimos que estábamos ante unos cócteles diferentes y diferenciales. La selección parecía Brasil del 70: Cox, por Jennings, el creador del daiquiri; Madonna Lips por lo obvio, Compay por el Segundo; Winston por el ministro inglés; o La Llorona por la leyenda mexicana.
Toda la carta persigue esa distinción personal encarnada en un personaje y casi todos los cócteles contienen una variación con el sello de Hijos de Tomás. Os cuento los que probamos, seguidme.
¡Hijo de la luuuuuna…!
La dama misteriosa que me acompañaba arrancó por un South Face, una carretera secundaria del South Side inicial. El nombre tiene su historia: mantiene el South por el sur español, representado mediante una manzanilla de Sanlúcar; y cambia el Side por el Face rememorando los cócteles que acompañaron a Tony Montana (Scarface) durante la película.
La ginebra de base se ve eclipsada, en un primer momento, por la frescura de la menta y el pepino. Mientras tanto, yo degustaba un Cox, un monumento al daiquiri y a su inventor, Jennings Cox, que fue ingeniero en minas de carbón. En recuerdo de esto, al daiquiri original le pintan una raya negra de carbón fabricado con glucosa. Visualmente atractivo y ácido de la lima mediante, este trago bailó con el ahumado de la salsa de las patatas bravas como Fred Astaire con Ginger Rogers.
Habla la leyenda de una dama misteriosa que opacaba el color.
La ensaladilla rusa, provocativa a la luz de las velas, hizo de puente entre la primera y la segunda ronda de cócteles. De un sabor más tibio que las bravas, de cuando en cuando explotaba una piparra en la boca y dibujaba una sonrisa en nuestras caras.
Mi acompañante se pintó los labios con el rojo de un Madonna Lips y el paladar con su sabor dulzón. El vodka estaba más que suavizado por el pacharán, los arándanos y el melocotón. Arriba, por sombrero, llevaba un cracker de frutos rojos que crujía antes de cada trago.
Mi segundo elegido fue un Compay contundente y al mismo tiempo, a ver si me hago entender, muy líquido. Me refiero a que el trago, a pesar del ron y el vermut rojo, es fácil y deja su huella. En palabras de Ana, un cóctel con “personalidad”, porque a los alcoholes base se les prende un licor de tabaco en homenaje a Compay Segundo.
Ah, y no quiero olvidar las croquetas con una boina de alioli y un toque de pimentón. Recomiendo comerlas de un solo bocado, para experimentar su cremosidad rompiéndose en la lengua y su textura airosa, por la suavidad.
Este cóctel ya lo puse, pero me encantaba esta foto.
A medida que ocurrían los eventos que describo, el local se fue llenando, la música en directo animando el ambiente e incluso hubo algún asistente que se atrevió a subir al escenario, con exitoso resultado. Además, el pianista accedía a peticiones y se creó una atmósfera de comunidad y camaradería que invitaban al contoneo y al tarareo colectivo. Sonaron clásicos de Frank Sinatra o Billy Joel y, en el terreno patrio, sonaron las míticas de Mecano, Miguel Ríos o Extremoduro.
En resumen, un bar clandestino, de reminiscencias americanas, nocturno y colectivo, con unos cócteles personalísimos y una comida que combina como guante de seda.
Datos de Interés:
Qué: Hijos de Tomás, coctelería
Dónde: Plaza del Carmen
Cómo llegar: Metro Gran Vía (L1, L5)
Horario: Jueves 19:00-02:00 | Viernes y sábado 20:00-03:00
Precio: 14€ / cóctel

Platea

El centro de ocio gastronómico más grande de Europa
Platea Madrid abre al público viernes, sábado y domingo con su gastronomía y espectáculos, convirtiendo el espacio en un concepto en el que gastronomía y diversión se dan la mano. Adaptando su concepto de lifestyle gastronómico a su agenda de eventos y espectáculos, su Platea Weekend y su amplia oferta gastronómica.
Platea Madrid
Platea Weekend llegó además con una propuesta diferente, en la que mantienen los espacios, pero con aplicaciones diferentes y algunos cambios de mobiliario y decoración adaptados a la nueva oferta, abre al público sus dos espacios principales El Patio y El Restaurante. Además de sus coctelerías ubicadas en los palcos, en las que se celebrarán fiestas temáticas los sábados y domingos. También destaca un cambio importante en el sonido y la programación musical, que cuenta con excelentes artistas que ofrecerán versiones, rumbas y DJ, además de espectáculos.
Esta zona, que normalmente solo ofrecía una propuesta de tapeo informal, incorporó platos de la carta de El Patio con la idea de ofrecer una propuesta más completa.
Platea Madrid
El Patio ofrece una restauración a la carta con servicio en mesa y una propuesta gastronómica informal, donde consumir pequeñas raciones, vinos y copas. Guarda un espacio importante para la coctelería, con propuestas clásicas y novedosas y que juega con la restauración con una oferta de maridaje con cocktails para vivir una experiencia más divertida.
El Restaurante, ubicado en lo que antiguamente fue la mítica sala Cleofás, tiene una oferta gastronómica completamente diferente en la que las fusiones comparten espacio con carnes, pescados y una amplia selección de arroces, entre otros.
Tortilla en Platea
Tras todos estos años, Platea se ha convertido en el espacio gastro-cultural más famoso de Madrid. Situado en plena Milla de Oro, este antiguo teatro ha sido restaurado para dar lugar a un espacio de 6000 m2 donde gastronomía, ocio, música y cultura se unen para transmitir experiencias Gourmet a los visitantes. Apto para todas las edades y todos los gustos.
Consideramos a Platea un must del ocio madrileño y, por lo tanto, os recomendamos que no dejéis pasar la oportunidad de conocer el que ya es un referente de encuentro gastro-cultural en Madrid.
Postre en Platea
Datos de Interés:
Qué: Platea – Espacio gastro-cultural.
Dónde: C/ Goya, 5-7
Cómo Llegar: Metro Colón (L4)
Horario:

Viernes de 18h a 02.30h
Sábado de 12h a 02.30h
Domingo de 12h a 01h

Más información: En su Web Platea, Facebook, Twitter, Instagram

Papaya Destilados Artesanales

Papaya, más que una fruta
En Ponzano, la calle de moda de Madrid, nos encontramos con Papaya, y después de pasar por aquí te darás cuenta que Papaya es más que una fruta… es una copa, una canción, un tarde de risas con tus amigos o la foto que subir a Instagram y es que el bar luce un letrero luminoso sugerente… “eres mi fruta favorita” de lo más instangrameable… y es que si ellos tienen fruta favorita, nosotros tenemos sitio favorito y este es uno de ellos.

El local que lleva abierto cerca de dos años, cuenta con una decoración exquisita, y una clientela top! Es el lugar perfecto para hacer afterwork, tomar una copa reposada después de comer o empezar una noche de fiesta. Un bar en el centro de Madrid, nada caro pues la mayoría de sus copas valen 9€. 
Podríamos decir que la gente que lo regente es su punto fuerte, que también, pero si este local es sobresaliente es por su producto. Y es que como si de una buena bodega se tratase tiene cosecha propia. Sus licores no son los típicos comerciales, sino que su alcohol es macerado; alcohol 100% hecho en Madrid, sin azúcar añadido.

En nuestro paso por allí pudimos ver en primera persona como preparan el cocktail, primero elegimos el alcohol, después la maceración, y por último el refresco, resultó ser toda una experiencia para todos los sentidos, pues ni su gusto ni su aroma nos dejó indiferentes.

Mientras sonaba la música, pudimos hablar  un rato con las camareras, que por cierto, fueron muy agradables y nos contaron que los licores les llega en pequeños alambiques de cobre, de tal manera que no solo es que en Papaya haya un alcohol distinto al de otros bares, sino que ni en el mismísimo Papaya tienen el mismo alcohol que tenían hace unos meses.

Ahora les han traído un Ron con un toque de vainilla, que sin llevar azúcar, es un caramelito, pero si eres de los que le gustan las bebidas menos dulces, tienes que probar Ginebra seca con flor de mini pensamiento y pomelo deshidratado, o cualquiera de los cocktails de su carta como su riquísimo Moscow Mule o su más que interesante Negroni. Pero te pidas o que te pidas, lo que hay que hacer siempre es brindar! y celebrar, y unirte al buen royo que nos trasmitió este local. Chin Chin! Y cómo no, Papaya está incluido en nuestro especial de mejores bares de Ponzano.

Datos de interés:
Qué: Papaya Destilados Artesanales
Dónde: C. de Ponzano, 32 
Horario: De lunes a jueves de 18:00 a 02:00 h | Viernes de 17:00 a 02:30 h | | Sábados de 15:00 a 02:30 h | Domingos de 15:00 a 02:00 h.
Cómo llegar: Metro Río Rosas (L1) y Alonso Cano (L7)
Más info: Web | Instagram 

Momus Bar

Coctelería de autor con creaciones únicas e innovación

Momus Bar, en c/ San Bartalomé 11, ha aterrizado en el barrio de Chueca para alzarse como uno de los templos de la coctelería de la capital. El local, en pleno centro de Madrid, se divide en tres espacios: la zona de barra – donde ocurre toda la magia – nada más entrar, seguido de un pequeño espacio con mesas altas y bajas y al fondo un sala con un ambiente más íntimo y sofás dónde disfrutar de una manera más relajada, si cabe, los manjares líquidos que preparan.

Momus Bar es el proyecto más personal del bartender, Alberto Fernández, antiguo responsable del bar de Saddle, donde ha puesto al servicio de todos las técnicas más innovadores, ingredientes propios y recetas que, sin duda, harán disfrutar a propios y extraños. A Momus hay que ir preparado para degustar nuevos sabores y sensaciones, ya que se trata de una coctelería 100 %, es decir, no hay cerveza o vino, dándole todo el protagonismo a sus propias creaciones.

La propuesta de Momus Bar comienza con su carta cromática que puede recordar a un cuento. Los cócteles se identifican con salpicaduras de pintura que, en función de la proporción de los colores, te permitirán conocer los sabores predominantes de cada obra. Momus Bar reinventa cócteles clásicos y sorprende con creaciones únicas e innovadoras, desarrollando sus propias sodas (refresco de cola, refresco de geranio,…), miel, destilados, … Además, aprovechan excedentes en su cóctel semanal, Smash, apoyando la lucha contra el desperdicio.

Otro de los puntos fuertes de esta nueva apertura es la atención que, sin duda, es excelente. Si quieres dejarte llevar, puedes hacerlo, pero si eres una persona indecisa o no sabes qué pedir, ellos te aconsejarán de la mejor manera posible tan solo sabiendo tus sabores predilectos (dulce, picante, amargo,…). Entre sus elixires encontrarás gustos amargos, cítricos, ahumados, secos o herbáceos, entre otros, y ninguno te dejará indiferente por tan solo 10 € – 12 €. Sin duda, una parada obligatoria para los amantes de la coctelería y aquellos que quieran dejarse llevar y probar nuevas sensaciones y sabores.
Datos de interés
Qué: Momus Bar
Dónde: C/ San Bartolomé, 11
Cómo llegar: Sevilla (L2) Chueca(L9)
Cuándo: M-S 18.00 a 02.00 D 17.00 a 02.00
Cuánto: 10 – 12 € / cóctel
Más info: Web | Instagram | Spotify