Santiago Ultramarinos

Lateo de calidad y mucho más
Cerquita del madrileño estadio Santiago Bernabéu se ha inaugurado un restaurante de vinos, cerveza y ultramarinos selectos.

Dentro hay música calmada y relajada. Un entorno tranquilo y elegante. Con una decoración bien pensada, acogedora y bonita en tonos marrones con toques vegetales. Tienen dos espacios divididos por unas escaleras: la zona superior para comer o cenar y mesas bajas, y la zona inferior destinada al picoteo más informal.
Su carta es sencilla, pero efectiva. Hay mucho plato de «lateo» como ellos lo llaman de una calidad excelente —anchoas, boquerones, mejillones, ventresca…—, pero también hay platos más elaborados que pretenden ir actualizando durante el año. Éstos están divididos en chacinas (jamón, lomo y queso); entrantes jugones (langostinos, gambitas, tartar, huevos rellenos…);  ensaladas; platos principales (pescados y carnes); y por supuesto postres. En septiembre prometen tener platos nuevos, así que habrá que volver a hacerles una visita.

Nosotras tuvimos la oportunidad de probar varios platos de su carta, y acabamos mojando pan para rebañar algunos de ellos… ¡Qué ricos! Los simpáticos y amables camareros nos recibieron con una tapa de ensaladilla rusa con dos picos de pan con el nombre del restaurante escrito, un detalle muy original para comenzar la noche. Fue complicado elegir, pero decidimos comenzar con una ensalada de tomate y ventresca —ojo a la ventresca, ¡qué sabor!—; y unos huevos rellenos, que aunque es un plato típico de los bares de Madrid, tenían un toque que les daba un sabor de lo más jugoso.

Seguimos con uno de las recomendaciones fuera de carta, quizá entra dentro en la próxima. Pulpo a la gallega, suave, blando y con unos cachelos de los que podrías comer otro plato más aunque estés llena. Seguimos con una gambas al ajillo, buenísimas, fue el plato que más nos gustó (se notaba que era muy buen género). La salsa que contenía a esas gambas estaba especial, pan en mano tuvimos que terminarla, un sabor de esos que recuerdas con el tiempo.

Acompañamos toda esta degustación con vinos tintos y blancos. Destacar el Mojicato, que a pesar de ser un Rioja se hacía pasar por un Ribera por su sabor más suave de lo habitual (nos confesaron que era debido a los toques de cereza, un dato muy curioso).
En definitiva, un lugar para repetir. Con ingredientes de calidad y con sabores para todos los gustos.
Datos de Interés:
Qué: Restaurante Santiago Ultramarinos,
Dónde: Plaza de los Sagrados Corazones,1.
Horario: Dom – Mar: 12:00 – 00:00. Mie: 12:00 – 01:00. Jue- Sáb: 12:00 – 02:00
Cómo llegar: L10.
Precio medio: 30€
Teléfono: 34 649 35 14 87
Más información: Web, Instagram
Galería:

Top 10 mejores patatas bravas

Las mejores patatas bravas de Madrid
¿Eres fan de las patatas bravas? ¿Si? Pues te traemos el top 10 de los mejores sitios de Madrid dónde comer una buena ración de patatas bravas. Lo más seguro es que quieras repetir, ahí lo dejamos…
1. Las Bravas
Situado en el centro de Madrid, al lado de la Puerta del Sol, encontramos Las Bravas, el lugar perfecto para reponer fuerzas después de una visita al casco histórico de la ciudad. Aquí encontrarás las mejores bravas de la capital, gracias a su auténtica y original salsa brava, que sólo podréis comprar en sus locales. En 1933 abrieron su primer local, y tras la Guerra Civil, comenzaron a servir raciones a los clientes. En los años 50 empezaron a añadir en sus raciones de patatas, una salsa picante que dio lugar a la salsa brava, creando así un plato típico español. Esta salsa presenta un agradable sabor picante y asegura ser la mejor salsa brava de Madrid, además cuentan con una carta muy variada de muchas otras raciones.

Dónde: C/ Álvarez Gato 3 y C/ Pasaje Mathéu, 5 | Horario: Lunes a Jueves de 12:00 – 16:30 h / 19:15 – 00:15 h | De Viernes a Domingo de 12:00 – 17:00 h / 19:15 – 00:15 h | Más información: Web | Instagram 
2. Los Chicos: Fábrica de patatas bravas
Su receta única y secreta les ha convertido en parte de la historia de Madrid y de los madrileños. Ubicado en el barrio de Chamberí, encontramos Los Chicos, un local que generación tras generación, ha conseguido que su famosa salsa brava llegue a ser apreciada entre los críticos gastronómicos y reconocida, en innumerables medios de comunicación, como una de las mejores de Madrid. Además, para aquellos que seáis celiacos y seáis amantes de las bravas, en su local encontraréis la opción de bravas sin gluten, para que todos podáis disfrutar de este tapa típica española sin perder el sabor original. También disponéis de muchas otras opciones gracias a su variada carta.

Dónde: C. de Guzmán el Bueno, 33 | Horario: Lunes a Sábado de 07:30 – 01:00 h / Domingos de 09:00 – 00:00h | Más información: Web | Instagram
3. Docamar
Docamar es un local que abrió sus puertas en 1963 y cuya especialidad es, y era, las auténticas patatas bravas. Como bien nos cuentan, sus orígenes se remontan al Bar Donato, una pequeña taberna muy castiza, del estilo de esos locales centenarios que aún se pueden ver por algunos barrios del Madrid. Aseguran tener la auténtica salsa brava, especialidad de casa, destacando que, una buena salsa brava puede mejorar muchos platos. Su sabor ahumado, que aporta el pimentón de La Vera, sumado al poderoso picante de la cayena y al resto de especias, hacen que esta salsa pegue fuerte con multitud de platos de todo tipo. Además, tenéis la opción de comprar la salsa en su local y así preparar en casa una auténtica ración de bravas. Disponen de menú del día, y ahora que se acerca el buen tiempo, podréis disfrutar de su terracita pidiendo… ¡una de bravas!
Dónde: c/ Alcalá, 337 | Horario: Lunes a Domingo de 12:00 – 00:00 h | Más información: Web | Instagram 
4. Casa Baranda
En Casa Baranda disfrutarás de un tapeo de categoría. Aquí encontrarás un homenaje a la taberna clásica, a sus artífices, y a todas esas barras madrileñas y españolas ya desaparecidas, donde el ciudadano acudía en busca de su momento de paz y de unas buenas bravas. En Casa Baranda las raciones de bravas que sirven, son generosas, como nos gustan y la salsa brava que las acompaña esta hecha para que cuando termines, quieras rebañar el plato con un trozo de pan, aunque, siendo sinceros, ponen bastantes patatas.
Dónde: C/ Colón, 11 | Horario: Lunes a Domingo de 11:00 – 02:00h  | Más información: Web | Instagram
5. Bar Alonso
Este atractivo establecimiento, es otro de los bares típicos de bravas de Madrid, es un bar de barrio, de toda la vida, característico por su barra metálica, perfecta para tomar un buen aperitivo. Entre sus platos más destacados encontramos las patatas bravas, aunque también son especialistas en preparar callos a la madrileña. Sus bravas destacan por su abundante salsa, así que te encantarán, sobre todo, si eres de esos que les encanta mojar el pan en la salsita. En este bar tienen todo lo necesario para que tu visita sea un momento agradable y es el lugar perfecto para disfrutar del aperitivo junto a tus amigos.

Dónde: C/ Gabriel Lobo, 18| Horario: Lunes a Viernes de 08:00 – 23:00 h / Sábado de 09:00 – 15:30 h | Más información: Web | Instagram 
6. Café Comercial 
Original y castizo, como el propio restaurante. El Café Comercial ha creado las bravas más originales de Madrid, las patatas bravas con alí olí de madroño, una receta tradicional, pero con una salsa bastante más espesa y con algo de grumo. Es un restaurante de cocina fiel y castiza, que ha sabido rediseñar las recetas más clásicas de Madrid, y las ha adaptado a su público mas cosmopolita, creando nuevas elaboraciones inspiradas en aquellas recetas típicas del Madrid de antaño. Cuenta con una carta muy variada y sus patatas bravas se han convertido es uno de los platos esenciales del restaurante, por algo será. ¿Te animas a probarlas?

Dónde: Glorieta de Bilbao, 7 | Horario: Lunes a Jueves de 08:30 – 01:00 h / De Viernes a Domingo de 08:30 – 02:00 h | Más información: Web | Instagram | Reseña completa
7. Cachivache taberna 
Cachivache es más que una taberna, es gastronomía, es calidad y es hospitalidad. Sus patatas bravas son crujientes y sabrosas, y presentan una forma un tanto anómala para ser unas bravas, ya que se presentan en gajos y con piel. Su salsa brava es bastante generosa y cuenta con un toque de picante, que la convierte es una de las mejores salsas bravas de Madrid. Además, aquí no sólo encontraréis bravas, ya que también os ofrecen una amplia variedad de ideas para compartir, cada cual más apetecible, como croquetas, huevos papa a lo pobre con trufa y parmesano, rollitos de cordero lechal con raita de yogurt o sus famosos torreznos CH.

Dónde: C/ Serrano, 221 y C/ Monasterio de Samos, 1 | Horario: De Lunes a Miércoles de 13:00 – 00:00 h / Jueves de 13:00 – 01:00 h / Viernes y Sábados de 13:00 – 02:00 h / Domingo de 13:00 – 23:30 h | Más información: Web | Instagram
8. Santerra Neotaberna
Santerra es un grupo de restaurantes de Madrid, dónde la cocina de producto es la protagonista y es ejecutada con creatividad gracias a la mano del chef Miguel Carretero y su equipo. Neotaberna, es su propuesta de taberna tradicional madrileña, y sus tapas con ingredientes tradicionales han evolucionado con las técnicas más internacionales. El objetivo de este local, es hacerte vivir una experiencia gastronómica única, viajando por diferentes partes del mundo pero teniendo los pies en la ciudad más castiza. Entre sus platos, las patatas bravas no pueden faltar, su típica tapa española es una de las mejores de la ciudad y también es una de las más picantes. En su receta tradicional incluyen chiles chipotles aportándoles un picante distinto con toques ahumados. ¿Te atreves a probar estas bravas muy bravas?

Dónde: C/ Ponzano, 62 | Horario: Martes de 20:00 – 23:30 h / Miércoles a Domingo de 13:00 – 16:00 y 20:00-23:30 h | Más información: Web | Instagram
9. Casa Macareno
Casa Macareno, es el restaurante de comida tradicional española, que recupera el espíritu de las antiguas tabernas castizas y las casas de comidas tradicionales de la capital. En su local, disponen de dos espacios, la barra y el restaurante, y en ambos puedes disfrutar de sus fantásticas patatas bravas. Estas, son más grandes de lo habitual y se ofrecen de forma mixta, es decir, con salsa brava y con aliolí. La salsa brava esta elaborada con pimentón de la vera y especias, y la salsa aliolí, parte especial del plato, está elaborada con un toque muy especial de membrillo, que le hace tener un sabor único y característico.

Dónde: C/ San Vicente Ferrer 44, | Horario: Lunes de 12:30 – 17:00 h / De martes a viernes de 12:30 – 01:30 h / Sábados y domingos de 12:30 – 01:30 h | Más información: Web | Instagram
10. Taberna y media
Situado en la milla de oro gastronómica de Madrid, la del Retiro, nos encontramos con Taberna y media, un proyecto personal de José Luís y Sergio Martínez. Su objetivo, es recuperar el tapeo de siempre con recetas actualizadas en un entorno más sofisticado dividido en dos ambientes, la barra y el comedor. En 2020, fueron ganadoras de la primera edición del Concurso Internacional de Elaboración de Patatas Bravas, así que, poco más hay que decir, para saber que son una de las mejores bravas de Madrid. Las famosas «Bravas cremosas de Alejandro», son diferentes e inolvidables, y no solo por su presentación, algo más cuidada y delicada de lo normal, si no por su cremosa salsa brava, que las ha llevado a convertirse en las mejores del panorama nacional. 

Dónde: C/ Lope de Rueda, 30 | Horario: De martes a domingo de 12:00 – 17:00 h y de 20:00 – 01:00 h | Más información: Web | Instagram
Seguro que vosotros sabéis y conocéis muchos más sitios dónde preparan unas buenas patatas bravas, pero aquí os dejamos nuestra selección. Y por si visitáis Barcelona y queréis seguir probando bravas, os dejamos por aquí las mejores patatas bravas de Barcelona. ¡Una de bravas!

Tuteo

Llega el tapeo desenfadado a la Plaza de Olavide y tiene nombre propio: Tuteo
Que la plaza de Olavide es una de las mejores zonas para tapear en Madrid no hay duda, pero si además lo haces en un local renovado con una terraza chic y con una propuesta gastronómica española de lo más castiza, ya no queda ningún ápice de duda.
Con el producto y la calidad de productores locales como protagonistas absolutos, Tuteo va más allá buscando además la sostenibilidad y honestidad en sus propuestas. Como su nombre indica, Tuteo es cercanía, confianza, sencillez y familiaridad. Implica también sentirse como en casa, en un lugar cómodo en el que poder disfrutar a todas horas (desayuno, aperitivo, comida, merienda, cena) y de cualquier forma de pie o sentado, en la barra, en la mesa o en la terraza.

Además de la terraza privilegiada que tienen, cuentan con un salón comedor interior, en el que se respira familiaridad. Cuenta con un espacio de mesas separadas e individuales, como una larga mesa corrida, a modo de barra, donde propicia ese ambiente informal y amigable que tanto buscan con la nueva propuesta del Grupo Flavia. Cuenta también con un reservado con capacidad para unos 30 comensales.

Para la carta podrás disfrutar tanto de menú del día de lunes a viernes. Está compuesta por los platos tradicionales de la cocina española más castiza, pensados para tapear y compartir, siempre a partir de un producto fresco y de calidad, una de las premisas del restaurante.
Entre los Entrantes, Tostas variadas y otros platos castizos como Bravas, Calamares fritos y varias versiones de Huevos rotos. En la opción de “Para compartir”, además de Croquetas de jamón y de boletus, Gambas (al pilpil, y en tempura), Alcachofas, Pollo en varios formatos , Cazuela de Rabo de toro, Albóndigas al azafrán, Dados de merluza a la romana,  Bocatines de calamar o Mollete de rabo de toro.  En el apartado de pescados, Pulpo a la gallega, Lomo de merluza a la bilbaína o Sepia a la plancha. Y en el de Carnes, Entrecot, Presa Ibérica con salsa miso, Hamburgesa Tuteo o Pollo al curry. Como colofón dulce, Brownie de chocolate, Tarta de queso, Flan Casero y Helados variados.
Datos de interés:
Qué: Tuteo
Dónde: Calle Trafalgar 25, 28010, Madrid (Plaza de Olavide)
Horario: Lunes a Jueves de 12:00 a 00:00;Viernes de 12:00 a 1:00; Sábado de 11:00 a 1:00; Domingo de 11:00 a 0:00
Precio: 25€/persona
Más info: Web

El Mercado de la Reina

El clásico Mercado de la Reina
Situado en pleno centro de la Gran Vía madrileña encontramos el Mercado de la Reina, un restaurante de cocina tradicional española. Aparenta ser un pequeño bar de tapas pero alberga en su interior distintos espacios para que, busques lo que busques, te quieras quedar en él.
La Gran Vía nació a inicios del siglo XX como un proyecto en el que se rompería Madrid por la mitad para unir mejor a sus gentes. Y esta unión fue primero puramente urbanística, pero poco a poco se ha ido convirtiendo en la unión de personas que conocemos hoy en día, gracias a la gran oferta de ocio que albergan sus edificios y calles colindantes. Teatros, tiendas y restauración en una mismo enjambre.
Para los amantes de la cocina más animada, este restaurante apuesta por una carta coordinada en entrantes para el picoteo y tapas muy canallas, donde abundan las carnes, y los pescados. Asimismo, si estás de paso, y prefieres primeros, segundos y postres, también el Mercado de la Reina cuenta con un menú del día muy divertido, donde tendrás que dejarte llevar por la valía de su estupenda cocina.
Primeros, de los que te recomiendo que apuestes, son el salmorejo con virutas de jamón ibérico – está muy bien para el inicio de la comida, como buen aperitivo. Asimismo, el carpaccio de presa ibérica de bellota con alió de cítricos, confitura de tomate y tartufata; y las berenjenas fritas con miel de caña, son alternativas con éxito asegurado.
Para continuar – y, si además tu plan es de picoteo – te recomiendo las alcachofas confitadas a la plancha con jamón y crema de patata, las sirven de forma individual a cada uno de los comensales. Que, junto a los raviolis de rabo de toro sobre crema de patata, te harán querer repetir en tu próxima visita – de verdad que estos últimos estaban de muerte-.
Entre las carnes, te recomiendo el lomo bajo de ternera angus de pasto, que viene fileteado, y acompañado con patatas, pimientos de padrón, y unos riquísimos espárragos trigueros.
En el apartado de postres, hay suculentas opciones; por lo que todo paladar debe dejar hueco para la tarta de manzana, o la de chocolate caliente e intenso. Ambas opciones son lo más de Mercado de la Reina.
No hay visita a la Gran Vía sin parada obligatoria en el Mercado de la Reina. Ya sea en su fastuosa barra de la entrada, como en uno de sus amplios y adornados salones internos con vistas a calle de la reina – de ahí, su nombre. Desde luego un planazo para los almuerzos y cenas de este otoño, entre amigos o familiares en el céntrico Madrid.
Datos de interés
Qué:  Restaurante Mercado de la Reina
Dónde: Gran Vía 12 (mapa).
Cómo llegar: Metro Gran Vía, y Sevilla.
Cuándo: Abre todos los días de la semana de 12:00 a 00:00 horas.
Contacto: 91 521 31 98.
Más información: Web | Facebook | Instagram.

Hijos de Tomás

Lujo clandestino
La Ley Seca fue derogada en 1931 en Estados Unidos y nunca proclamada en Hijos de Tomás. En España no existió esa ley como tal, pero la época de posguerra y la más estricta dictadura no fue exactamente la etapa de la diversión.
En consecuencia, cuando pasaron los últimos años 40 y despuntaban los 50, un mínimo atisbo de libertad embriagaba la capital en un furor nocturno de alcohol, música y famosos, que la historia denominó Dolce Vita madrileña. En “Arde Madrid” puedes ver cómo era esa época. En Hijos de Tomás, puedes vivirla.
New York, 1932. Podría ser, ¿no?
La noche madrileña se multiplica, camaleónica. Puede ser callejera en la plaza Dos de Mayo, aérea en las azoteas de Gran Vía, bien underground en los garitos periféricos… y totalmente clandestina en coctelerías que nadie ve desde la calle. Un portero emula a un botones de hotel, en voz baja nos saluda y nos señala unas escaleras que bajan elegantes hacia la nada.
Bajamos despacio hacia lo desconocido y de aquella nada surgen dos puertas que, a modo de bienvenida a la mansión Drácula, se abren solas. Lo tenebroso del momento da paso fugazmente a un espacio recatado, diáfano, de suelos y paredes marrón oscuro, iluminado tenuemente por luces bajas y velas. La sombra predomina. El ambiente en Hijos de Tomás se mantiene, todavía, tranquilo.
Los dos primeros combatientes.
El estilo americano de la barra y la decoración nos introduce sutilmente en una película. Miramos y buscamos al típico camarero con un trapo limpiando el mostrador, a los gangsters de sombrero y tirantes, a la femme fatale de vestido de lentejuelas, cigarrillo y misteriosa caída de ojos. No dimos con estos personajes arquetípicos, pero en su lugar nos encontramos con Ana, una simpatiquísima manager que nos contó algunos secretitos del lugar.
Por ejemplo, para los chismosos, el nombre de Hijos de Tomás hace referencia a los posibles vástagos que el bueno (o malo, no supimos) de Tomás dejó por el mundo en sus múltiples viajes. También nos contó los homenajes que brindan los cócteles, pero eso merece párrafo aparte.
Es un sitio de cócteles, pero la croqueta se respeta.
Desde los nombres a los ingredientes, enseguida supimos que estábamos ante unos cócteles diferentes y diferenciales. La selección parecía Brasil del 70: Cox, por Jennings, el creador del daiquiri; Madonna Lips por lo obvio, Compay por el Segundo; Winston por el ministro inglés; o La Llorona por la leyenda mexicana.
Toda la carta persigue esa distinción personal encarnada en un personaje y casi todos los cócteles contienen una variación con el sello de Hijos de Tomás. Os cuento los que probamos, seguidme.
¡Hijo de la luuuuuna…!
La dama misteriosa que me acompañaba arrancó por un South Face, una carretera secundaria del South Side inicial. El nombre tiene su historia: mantiene el South por el sur español, representado mediante una manzanilla de Sanlúcar; y cambia el Side por el Face rememorando los cócteles que acompañaron a Tony Montana (Scarface) durante la película.
La ginebra de base se ve eclipsada, en un primer momento, por la frescura de la menta y el pepino. Mientras tanto, yo degustaba un Cox, un monumento al daiquiri y a su inventor, Jennings Cox, que fue ingeniero en minas de carbón. En recuerdo de esto, al daiquiri original le pintan una raya negra de carbón fabricado con glucosa. Visualmente atractivo y ácido de la lima mediante, este trago bailó con el ahumado de la salsa de las patatas bravas como Fred Astaire con Ginger Rogers.
Habla la leyenda de una dama misteriosa que opacaba el color.
La ensaladilla rusa, provocativa a la luz de las velas, hizo de puente entre la primera y la segunda ronda de cócteles. De un sabor más tibio que las bravas, de cuando en cuando explotaba una piparra en la boca y dibujaba una sonrisa en nuestras caras.
Mi acompañante se pintó los labios con el rojo de un Madonna Lips y el paladar con su sabor dulzón. El vodka estaba más que suavizado por el pacharán, los arándanos y el melocotón. Arriba, por sombrero, llevaba un cracker de frutos rojos que crujía antes de cada trago.
Mi segundo elegido fue un Compay contundente y al mismo tiempo, a ver si me hago entender, muy líquido. Me refiero a que el trago, a pesar del ron y el vermut rojo, es fácil y deja su huella. En palabras de Ana, un cóctel con “personalidad”, porque a los alcoholes base se les prende un licor de tabaco en homenaje a Compay Segundo.
Ah, y no quiero olvidar las croquetas con una boina de alioli y un toque de pimentón. Recomiendo comerlas de un solo bocado, para experimentar su cremosidad rompiéndose en la lengua y su textura airosa, por la suavidad.
Este cóctel ya lo puse, pero me encantaba esta foto.
A medida que ocurrían los eventos que describo, el local se fue llenando, la música en directo animando el ambiente e incluso hubo algún asistente que se atrevió a subir al escenario, con exitoso resultado. Además, el pianista accedía a peticiones y se creó una atmósfera de comunidad y camaradería que invitaban al contoneo y al tarareo colectivo. Sonaron clásicos de Frank Sinatra o Billy Joel y, en el terreno patrio, sonaron las míticas de Mecano, Miguel Ríos o Extremoduro.
En resumen, un bar clandestino, de reminiscencias americanas, nocturno y colectivo, con unos cócteles personalísimos y una comida que combina como guante de seda.
Datos de Interés:
Qué: Hijos de Tomás, coctelería
Dónde: Plaza del Carmen
Cómo llegar: Metro Gran Vía (L1, L5)
Horario: Jueves 19:00-02:00 | Viernes y sábado 20:00-03:00
Precio: 14€ / cóctel