Turistas no aguantan ni comprenden algunas costumbres catalanas

Cuando los viajeros se aventuran en tierras desconocidas, se encuentran con una realidad notablemente diferente a la suya. Cada país tiene sus propias tradiciones y Cataluña, uno de los destinos turísticos más populares, no es una excepción. Aquí, repasamos algunas de las costumbres catalanas que a menudo desconciertan y sorprenden a los visitantes internacionales.
Extensos horarios de comidas
Uno de los mayores desafíos culturales para los turistas es la diferencia en los horarios de comidas. Mientras que en muchos países europeos es común almorzar alrededor de las 12 del mediodía, en Cataluña es típico almorzar pasadas las 15 horas, especialmente durante el verano. Los restaurantes también tienen horarios de cierre más tardíos, a menudo después de las 10 de la noche, lo que puede resultar inusual para los visitantes acostumbrados a cenar temprano.
Calidez y expresividad
Los catalanes son conocidos por su calidez y expresividad y esto a menudo sorprende a los turistas. Saludar con un par de besos, incluso a desconocidos, no es común en muchas otras culturas. Además, los catalanes tienden a hablar en un tono de voz más alto en comparación con otras regiones, lo que puede resultar llamativo para los visitantes que no están acostumbrados a esta expresividad.
Los Castellers
Los «castellers», las torres humanas, son una tradición catalana que a menudo deja perplejos a los turistas. Aunque pueden asentir con la cabeza una vez que se les explica, muchos visitantes no comprenden completamente en qué consiste esta actividad tradicional y única.
Costumbres catalanas que desconciertan a los turistas
Horarios laborales
Los horarios laborales en Cataluña pueden diferir de lo que algunos turistas están acostumbrados. Comenzar a trabajar entre las 9 y las 10 de la mañana, así como el cierre de tiendas los domingos y la apertura de discotecas después de la 1:30 de la madrugada, pueden parecer extraños para ciertas culturas.
Comida exótica
Algunos platos tradicionales catalanes pueden ser desconcertantes para los turistas, especialmente aquellos que no están acostumbrados a ciertos ingredientes. Comer conejo, por ejemplo, puede resultar inusual para quienes consideran a estos animales como mascotas en lugar de comida.
La Siesta
Aunque la siesta es una tradición conocida de España, muchos turistas no entienden por qué se hace, a qué hora y cuánto tiempo dura. Explicar que los médicos incluso la recomiendan a menudo les sorprende aún más.
Tapeo
Sentarse en una terraza y compartir tapas es una costumbre catalana que puede confundir a algunos visitantes. No siempre comprenden si pueden comer solo tapas, si es algo común o si deben pedir más comida además de las tapas gratuitas como aceitunas, patatas o frutos secos.
Caracoles
Los caracoles son una delicia culinaria en Cataluña, pero muchos turistas extranjeros no están acostumbrados a comerlos. La celebración de una fiesta de caracoles puede resultar aún más incomprensible.